Siempre que trato de describir la sensación de mis dedos al
recorrer la textura de tus uñas, con tus manos abiertas, la punta de tus dedos apuntándome
siempre en la misma dirección, te recuerdo; mi fijación en lo áspero de tus
manos, la memoria que plasme al sentir tu mirada mientras tocaba [como si sólo
fuera suficiente mirar el reloj, ansiedad para que no llegará la hora], al
detectar la mancha de la pared del fondo de la sala; tan grande y obscura, como
un disparo, como la creciente humedad de mi closet; es muy frecuente que al
usar la ropa que no acostumbro comienza
a apestar a humedad [el CD a terminado de tocar, no active la reproducción
automática], las gotas de agua por la fuga del lavamanos se escuchan en toda la
casa mientras me hablas del olor a humedad al recostarte en mi pecho, asiento
con poca satisfacción y te rechazo en el acto, no dejaré impune el recuerdo de
tu gesto repulsivo, cierro los ojos para imaginar que ya te vas, el gato sube a
la cama al mismo tiempo que también lo rechazas a él. Me molesté tanto contigo
que no pude evitar insultarte al recordarlo después de 5 días para después
volver a pensar en lo áspero de tus manos, tus uñas, tu gesto al oler mi ropa húmeda
y como un autómata me levanto de la silla y voy por toda esa ropa vieja que no
suelo usar, enciendo la lavadora y la lleno de jabón, tallo de forma insufrible
hasta que se descarapele la piel de mis manos, siempre me lo dijiste mi piel es
muy suave y poco resistente aunque jamás el sol me queme. El closet se vacía,
la lavadora se llena, abandono el pellejo de mis manos entre el agua
enjabonada. Me recuesto en el piso [redescubro su textura, su claridad, su
frialdad] encuentro un pedazo de uña; puede que tal vez sea mío o tuyo, tal vez
nunca lo sabré, duermo una breve siesta que no se perturba a pesar del ruido de
la lavadora [mezclándose la humedad, jabón y mis pedazos de piel], despierto un
poco resfriado y con la nariz tapada, después de unos minutos la ropa está
limpia y oliendo a nueva, la extiendo en el patio con cuidado tratando de
encontrar imperfecciones en el aroma, es perfecto o cuando menos disimulo el
buen trabajo de la lavadora. Busco las pastillas antigripales por temor a
pescar un buen resfriado, me dopo, me pongo la pijama, me acurruco en la misma
cama que desde el último encuentro contigo no había vuelto a visitar por temor
a que tú aroma desapareciera (dormía en el sillón), me acurruco y caigo en
sueño pensando en el poder de mi lavadora.
... la hora se acerca ya, toma su bicicleta y retoma el paso.
viernes, 25 de mayo de 2012
jueves, 10 de mayo de 2012
Todas esas cosas las que veo cuando camino por la calle: esa efigie que sin recordarla se aparece ante mi en todo momento; en la banqueta, en las puertas de las casas, en los anuncios publicitarios, algunas veces cuando trato de recordar su forma se diluye como una risa.
Las cosas que siempre me recordaran a ti; la entonación del indigente "una monedita", la luz roja del semaforo de la esquina de mi casa, la cicatriz de la boca, el nudo de mi corbata, las camisas arrugadas, etcétera, etcétera.
En las mañanas al abrir la persiana y asomar la vista al patio siempre sigue ahí la sombra que me recuerda a ti.
Todas esas cosas que eran nuestras, tal vez mañana ya no esten.
viernes, 4 de mayo de 2012
Vaho en los ojos
La sensación de sentirse siempre cansado, con los ojos
irritados, un grito profundo que busca como salir, que busca siempre salir, el
deseo de buscar un lecho donde esconder la cabeza (el foco del baño se ha
fundido, tal vez sea por el vapor del agua caliente, mientras más caliente; la
piel se limpia mejor), y el silencio que siempre es interrumpido cuando las
gatas afilan sus uñas en algún mueble, y si tal vez siento no merecerlo así lo
he buscado y propiciado (las gotas de té de manzanilla dicen son útiles ante
una irritación oftálmica), el viento
llenó de polvo mis ojos, cuando creí que ayer ese viento se llevaría el vaho
dejado por tu respiración. [Ayer intente entrar en ti, me imagine
desapareciendo, hundiéndome en tu mirada, mientras tal vez respiraras ese grito
profundo, prófugo] (la canción se vuelve a repetir, es la única en la lista de
reproducción), tal vez este mejor sentado, siempre cansado, provocándome el
sueño con un cuarto de leche fría, buscando una cama más cálida (¿tengo más
cobijas en el closet?), pensando en cambiar el foco fundido pero está muy lejos
del suelo y no tengo escaleras para alcanzarlo (pensé en acercar la cómoda de
mi habitación para llegar; no cabe por la pequeña puerta, llevo dos días bañándome
♫ en la
obscuridad ♫), ¿mañana hay planes? (usaré más gotas para los ojos, puede
que me ayuden a dormir mejor), ahora a intentar descansar pensando en mi
canción favorita de la semana "didn´t need to go so far", me
autoconvenzo: si tal vez pueda limpiar pronto mis ojos.
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