... la hora se acerca ya, toma su bicicleta y retoma el paso.



miércoles, 31 de agosto de 2011

Hijo de Saturno

La sombra tiene un aspecto peculiar, tan especial es su dimensión que parece brillar, se eleva por el aire dejando por debajo de ella un halo de luz amorfo, dijo el almirante. Todos sabemos odiar, lo hemos aprendido de nuestra madre la mar.
Pero también sabemos amar, dijo el marinero Juan.
Observa la sombra... Se parece a la mar, se eleva sobre la tierra, se sacude ante la luna y se inclina ante la luz del sol, y a su paso solo deja un halo amorfo que son los cadáveres de sus hijos, mar, luna y Saturno, todos acaban con sus hijos. Exhorta el almirante.
Pero, la luna sabe amar, nos da su luz en la penumbra, la sombra nos protege de los rayos hirientes del sol y Saturno nos divierte con sus satélites, argumenta el marinero con esperanza en sus ojos.

martes, 23 de agosto de 2011

El jarrón roto

Escucha, el sonido de los muebles cuando los arrastras en el piso para ubicarlos hacia otra dirección, el polvo que flota hacia tu dirección, la respiración agitada después de haber girado rapidamente y tratar de alcanzar el jarrón que esta cayendo desde el pedestal que está al fondo de la habitación, se hizo añicos, solo queda el polvo y con ese polvo se barren los recuerdos sobre el jarrón que pertenecio a la familia por decadas casí un siglo en custodía de la familia, y hoy por un descuido se va todo, se esparce, polvo que terminara de igual forma flotando cada mañana en tu dirección. Escucha un poco más como el sonido de la estrepitosa caida de la reliquia familiar derrumba el recuerdo de los muebles arrastrados por la habitación, una interrupción más se escucha después de unos minutos, el ladrido de los perros asustados ante la tormenta que irrumpe, precipitandose con fuerza sobre los techos del hogar, solo el sonido te puede salvar, solo él te puede acompañar, añoralo, pues la carencia del mismo solo nos puede recordar pocos motivos para vivir más.

lunes, 15 de agosto de 2011

Una habitación

La habitación esta arruinada, el calor se ha ido por las ventanas, el aire que cuelga aún es un mal presagio, pronto se ira, en un par de días. Mientras tanto observa el triste panorama; en el suelo se han formado pelusas por el pelo que se escapa de su cabeza, formando así una similitud a las barrillas del desierto, las paredes que antes eran blancas y prístinas ahora son en tonalidades de amarillo a gris, el panorama flaquea mientras más se observa, las sabanas de la cama tienen aspecto almidonado. Antes cuando el tiempo era bueno la habitación relucía en paz, en limpieza; era un sano y amplio espacio en donde se compartía con ternura y candor el amor. Ahora la habitación está sumida en un letargo casi eterno, desesperación. Ingresa en ella, intenta encender la luz, trátala con cuidado. El foco esta fundido, no hay más que oscuridad. Intentar abrir las persianas, de nada servirá ya que los cristales tienen una película ancha de polvo negro, no podrá entrar más la luz natural, es un espacio obstruido por el silencio, un espacio en que la ausencia y el polvo reina. Recuerda las sonrisas que inundaban la habitación cuando aún era un espacio de candor, las risas inocentes, el inconcluso de felicidad que parecía eterno, hoy nunca más se vuelve a pensar en lo mismo, abandona y se va rasgando puertas, partiendo con el hacha lo poco que ha quedado. Observa más detalladamente y pareciera que la habitación está viva; transpira sudor, excreta, llora. La habitación queda pasmada ante la traición del destino, del olvido, del espasmo y la desesperación.

viernes, 12 de agosto de 2011

Algún sueño


Su aliento con aroma etílico me  inspira, me incita y me hace recordar momentos más cálidos que alguna vez toque, percibí y sentí. Sus manos se acercan lentamente con sutileza con "cursilería sensible" tanta que siento que desea tocar mi rostro, y justo cuando lo intenta, suena la alarma del despertador que esta a lado de mi cama destruyendo así esa paz temporal, esa paz nocturna que construí a base de su recuerdo, estiro el brazo intentando atacar a ese aparato infernal, con sus tonos homologados, que irrumpen en mi tranquilidad, en mi noche, mi único y último refugio, me imagino esos tonos como rayos rojizos, intrusos, enemigos, y los números del despertador; rojos, firmes y a la vez oscuro. Despierto con la cruda del sueño, esa cruda que aborrezco, el primer sentimiento del día "odio", "rencor", "abandono", segundo sentimiento "enemistad", necesito bañarme para ser un poco más deseable, para ahuyentar la cruda nocturna, incluso para sentirme despejado y tratar de olvidar lo antes posible ese olor alcohólico. Una mañana más, un recuerdo más que olvidar.

lunes, 8 de agosto de 2011

Un día normal


Mis pasos cada día parecen más cansados, en las mañanas nunca consigo mantenerme de pie, y por las noches no consigo conciliar el sueño, tal vez suene muy trillado, el mismo sermón que cada cual habla, todos simultáneos. Nivel 1, despierto abochornado logre tener un sueño que a mí mismo me avergüenzo cuando lo recuerdo mientras voy en el transporte público. Nivel 2; siempre trata de mantener una distancia con los compañeros de la oficina, distancia que se encargan de destruir con sus comentarios superficiales sobre mi persona. Nivel 3, todo es tan caótico en esta ciudad; el tráfico, la gente, la comida, el clima; siempre llueve de pronto y principalmente cuando me levanto. Nivel 4; no puedo respirar con tranquilidad y profundidad, algo irrumpe en mi conciencia y me hace parecer agresivo.
Por las noches cuando llego a casa, lo único en lo que pienso es dormir, y cuando toco cama no logro conciliar este sueño crónico que me enmarca ya los ojos. 
Ahora solo me tortura un recuerdo lejano, algo que tuve cerca en mi vida, y se va sin decir más.

domingo, 7 de agosto de 2011

Nenúfares

En la habitación no se encuentra nadie, solo se respira un aire viciado por el polvo que han provocado los libros, en la pared blanca de lado izquierdo hay una composición pues en un marco dorado con una serie de imagenes sin aparente conexión, observo detalladamente si puedo distinguir el significado, mi pensamiento brinca al resto de la habitación, doy una vista periferica del panorama, no hay algo que llame más mi atención que la composición de la pared; extravagante, misteriosa, vivencial. Al centro superior se muestra la postal de una mujer oriental a medio paisaje desertico, esteril, como si de pronto un poder externo la hubiese sacado de su placida vida y la hubiera arrojado a la desolación de un caluroso desierto, la mujer tiene una mirada baja, apagada, impenetrable, que da un poco de pavor. Un poco más a la derecha una imagen un poco más pequeña a blanco y negro de Horacio Quiroga, él con esa mirada dubitativa que lo caracteriza, ese aire trágico que después de 74 años sigue creando impacto al contemplar su rostro. Pero quiza la imagen que más llama mi atención en la composición, que más extraña y ambigüa hace contexto entre ambos gestos es una postal un poco decolorada de la pintura Nenúfares de Monet, recalca con un tono sorprendete, lo difuminado de la obra con los ojos de los rostros. La composición perfecta, misteriosa y como pocas, la habitación lo es por su eterna imagen.