... la hora se acerca ya, toma su bicicleta y retoma el paso.



jueves, 17 de marzo de 2011

El mentor de ocre.

Creó un paisaje en sus sueños, se apoyo de elementos caóticos, áridos, lejanos; vinculo otros elementos de sueños pasados: un elefante, un hombre manco, una muñeca de porcelana. Se llevo estos elementos y se fue a dar una vuelta lejos de su cama, primero fue al parque, donde camino a paso rápido, parecía buscar algo que no encontró. Después fue al centro de la ciudad, mientras tanto a su paso iba dejando las huellas de sus compañeros, a paso que daba, señales de su paisaje dejaba, a metro dado, el color de su entorno cambiaba, a su paso dejaba; llanto.
Continuó su paseo, hasta que tropezó con una mujer vestida de azul que lo llamo por su nombre, le pidió su salida de la ciudad argumentando que a su paso solo había dejado tristeza y un tono color ocre en las banquetas, el mentor de paisajes exuberantes solo le dijo que iba de paso y que buscaba algo sin nombre, la mujer reclamo por que el elefante había tirado su casa, que el hombre manco la había acosado, y que la muñeca había robado sus vestidos, acorralada la mujer comenzó a gritar que ahí estaba el culpable, nadie acudió al llamado, todos estaban ocupados buscando lo que habían perdido, ya que la mujer no había sido la única victima. El mentor del tono ocre de las banquetas desconocía que había causado tantas perdidas, solo pensaba que el no había ocasionado esto, aunque en el fondo sabia que si, de pronto una sombra se poso en su rostro, estaba comenzando a perder todo y así se derrumbaba todo a su alrededor. Despertó, llamo a su sueño por su nombre, todo se había borrado, el soñador seguía solo, otra vez había fallado, no había podido hacer sólido su sueño.

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