... la hora se acerca ya, toma su bicicleta y retoma el paso.



viernes, 11 de marzo de 2011

Huele a estrella.

Camino sobre la acera opuesta a la sombra, en la calle de siempre, esa que siempre tiene luz amarilla la misma que vigila los pasos de los peatones cada día, camino con la frente en alto, con un pensamiento vacío y amorfo, no tiene dedicatoria, solamente es mio. Levanto un poco la vista y fuerzo un poco mi vista hacia lo lejos, hacia el final de la calle, al movimiento descubro un olor al aíre, algo que nunca había percibido, como a menta con jengibre, un olor dulce pero que pica, pienso en azul, verde y todos los colores al aspirar, pero no se asemeja la imagen mental con lo que huelo, mientras más camino, el olor se percibe con más insistencia, mi pensamiento continua asociando olores con imágenes, imágenes con olores, y cuando la luz de la calle comienza a dolerme me acuerdo de ti, se disocia ya todo, ya todo esta claro, tú eres el olor, ese olor como de estrellas que me sigue hoy, algo me dice entonces que ahora en tu alcoba te estas perfumando y pensando en mi, estamos así disociados.

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